Con respecto a su arquitectura, en Iximché se construyeron palacios, templos, residencias y campos para el juego de pelota. Los edificios están construidos con piedra labrada y recubiertos de estuco, sobre los que pintaron murales en colores vivos y fuertes. El Memorial de Tecpán Atitlán contiene la historia de la Nación Kaqchikel, cuya parte culminante se desarrolla en Iximché. Por su valor histórico-cultural fue declarado, en 1931, Monumento Nacional Precolombino y escogido en el certamen Las Maravillas de Guatemala de Banco Industrial como una de las Maravillas de nuestro país.
El sitio arqueológico Iximché es uno de los más cercanos a la Ciudad de Guatemala. Es de fácil acceso, posee templos y plazas que permanecen como recuerdo y testigos del final de la civilización maya y su importancia histórica radica en este hecho particular. Iximché vivió 54 años de historia desde su fundación hasta su conquista. Históricamente se reconoce el año 1524 como el final de la civilización maya y por ende el final del período posclásico. Por ello, Iximché debe ser visto como un tesoro histórico al ser la última capital maya y la primera capital española de Guatemala.
Después de los mayas, los quichés y cakchiqueles fueron los pueblos más cultos que poblaron nuestro territorio en la época prehispánica. La primera capital de los quichés se llamó Izmanchí, en donde vivían en paz, pero luego surgió la rivalidad entre las tribus hermanas. La segunda capital fue Gumarcaah, llamada después Utatlán en tiempos de la conquista, esta ciudad alcanzó gran esplendor en el gobierno de Kikab el Grande. Luego vino la decadencia; sus propios hijos se levantaron en contra de Kikab hasta derrocarlo de una forma que lo saco del camino quedando libre el camino.
Los cakchiqueles originalmente eran aliados de los quichés, y gracias a esta alianza fueron posibles las famosas conquistas de Kikab, pero a mediados del siglo XV ocurre la separación de ambos pueblos y los cakchiqueles fundan Iximché, su capital, en el año 1463, sobre el monto Ratzamut. Estos indígenas estaban bien organizados militarmente, por lo que conquistaron numerosas ciudades, logrando un gran poderío. Entre los quichés y los cakchiqueles había una fuerte rivalidad, esta rivalidad fue aprovechada por los españoles, ya que con el apoyo de los cakchiqueles vencieron a los quichés. Aunque más tarde los cakchiqueles se revelaron contra los españoles los cuales estaban artos del trato que se les daba de manera que nunca perdieron sus costumbres.. La Primera Ciudad de Guatemala
A 87 kilómetros de la capital, alberga las ruinas de Iximché, sede del reyno kaqchikel, y que la historia registra como la primera ciudad de Guatemala.
Iximché, que significa Lugar de los árboles sagrados y del maíz, fue un sitio de encuentro económico espiritual prehispánico en el altiplano occidental. También fue escenario de la conquista y colonización españolas.
En 1524 fue fundada allí la villa de Santiago de los Caballeros, pero las revueltas kaqchiqueles obligaron a los españoles a destruirla y abandonarla.
Parque arqueológico
Actualmente, se pueden contemplar los resabios de la cultura de Iximché, que incluyen templos indígenas, un campo para juego de pelota y un altar contemporáneo.
En el interior del parque arqueológico existe un museo que reconstruye la historia de la ciudad.
"En el municipio de Tecpán también se tiene un mercado principal regional que reúne alrededor de 1,200 vendedores. Por facilitárseles la vía de acceso, llegan vendedores de las otras regiones. Los vendedores del pueblo sólo ocupan un tercio del total de los vendedores. Es muy notoria la llegada de los vendedores de los municipios del departamento de Chimaltenango. Desde el departamento de Sololá llegan vendedores de los municipios de Sololá y San Antonio Palopó del grupo kaqchikel y de Santiago Atitlán del grupo tz'utujil y de Chichicastenango del grupo k'iche'."
El mercado de Tecpán es uno de los más importantes del Altiplano Occidental de Guatemala, como lo constata Murakami al analizar la procedencia de los vendedores (ver Tabla 3.4). Los productos que se ofrecen son innumerables, pero sobresalen las frutas y verduras, diversos tipos de carnes y granos básicos, y la ropa tradicional indígena. Aproximadamente el 80% de los vendedores tienen como idioma materno el kaqchikel. Dentro de este grupo el 65% son mujeres. Entre quienes proceden de regiones relativamente lejanas, el 90% son hombres.
Alimentos
Los principales productos agrícolas de la región son: maíz, frijol, café, caña de azúcar, jengibre, trigo, avena, diversas frutas y verduras según la temporada. Es importante distinguir la producción orientada al comercio interno y la destinada a la exportación. Generalmente, el maíz y frijol son para el propio consumo de quienes los siembran. Muchas verduras (zanahorias, por ejemplo) y frutas son llevadas el día de mercado para la venta local. Para la exportación, la actividad más rentable, se concentran en la horticultura: lechuga, arveja china, repollos y remolachas. En lo referente a la producción pecuaria de la zona destaca la crianza de ganado vacuno, caballar, lanar y porcino, que tiene su lugar de comercialización en el mercado de Chimaltenango (cabecera departamental). También es importante, para el comercio local, la venta de gallinas, gallos y pollos.
Producción industrial y artesanal
Existen importantes fábricas de hilados de algodón y lana que son muy demandados para elaboran los tejidos distintivos de cada municipio. La elaboración y venta de tejidos de algodón para el vestuario de las mujeres es una de las actividades más importantes. El comercio de indumentaria tradicional es una de las características distintivas del mercado de Tecpán. Grandes cantidades de huipiles y cortes se venden y compran para mujeres de diversas regiones del país.
Vida espiritual
La cultura maya posee una fuerte espiritualidad. Sus expresiones religiosas se entretejen con las demás actividades cotidianas. En el lugar sagrado de Iximché son abundantes las muestras de ritos ancestrales para dar gracias al divinidad por favores concedidos. Muchas personas, antes de acercarse a la plaza, pasan a encomendarse a Dios. "Todas las celebraciones religiosas son ricas en simbología. Algunos de los símbolos sagrados importantes son: el copal pom o el incienso, las candelas de colores, las flores, el licor sagrado, el baile, la comida, la música, los tejidos..." Estas necesidades religiosas se traducen en una demanda que consecuentemente genera una oferta de todo tipo de objetos para la espiritualidad. La venta de candelas es tan importante que se pueden observar varias fábricas o cererías en el pueblo. Respecto al espíritu festivo, algunos antropólogos han afirmado que el día de mercado es una fiesta, un día de familia que se combina con el comercio y también las fiestas religiosas son todo un acontecimiento comunitario de periodicidad es anual. Sin embargo, con relación a las alternativas de diversión o entretenimiento en un día ordinario: son muy escasos los espacios recreativos o deportivos con que cuentan los jóvenes. Por otro lado, Tecpán tiene una significativa actividad turística debido a lo atractivo de su mercado, la importancia del centro arqueológico de Iximché y porque además cuenta con un museo de artistas indígenas (pintura primitivista).
En dicho lugar, desde horas del la tarde del 31 de octubre, cientos de jóvenes se dan cita en medio de materiales como la caña de bambú, lazo yalambre para comenzar a elaborar la armazón que en forma poligonal dará soporte al diseño final elaborado sobre la base de papel de china.
La música de la disco y el montaje de los negocios que se preparan para vender platillos típicos, acompañan la labor de estos artesanos que verán recompensado su esfuerzo en horas de la mañana siguiente. A esta actividad se le denomina “Lunada del Barrilete”.
Ya el primero de noviembre, con algunos ajustes de última hora sobre la armazón y ante la expectación de extranjeros y nacionales que se cuentan en miles, jóvenes pertenecientes a distintas agrupaciones (entre 25 y 30) montan el papel de china y van poniendo de pie los barriletes gigantes que alcanzan alturas hasta de 15 metros y sobrepasan el valor de los Q40,000.00. Paralelamente los asistentes estallan en aplausos y sacan la cámara; todos quieren un recuerdo, como todos quieren también probar las delicias de la gastronomía guatemalteca que se venden en el lugar.
La riqueza arqueológica, colonial y cultural de Guatemala es algo invaluable, y en el municipio de Sumpango los jóvenes se organizan para conservar parte de ella, creando unas verdaderas obras de arte como son estos gigantescos barriletes, tradición que data de hace varios siglos. Sumpango está ubicado en el departamento de Sacatepéquez, al este de la ciudad de Guatemala, y sin lugar a dudas la fecha más destacada es el 1 de noviembre, el día de todos los santos, que es también cuando se celebra La Feria de Barriletes Gigantes que se lleva a cabo en el campo de futbol, cerca del cementerio de la localidad. Cuentan los lugareños que el motivo que impulsó dicha tradición fue que hace muchos años, cada 1 de noviembre, el cementerio era atacado por espíritus malignos y estos molestaban a las ánimas buenas e interrumpían el descanso eterno de dichas ánimas. Estas vagaban penando por las calles y casas humildes de la población perturbando la apacible vida de los habitantes. Al ver que el problema persistía, decidieron acudir a sus ancianos y brujos, los cuales se reunieron, y después de varias deliberaciones concluyeron que la solución era hacer que el viento chocara con pedazos de papel y el sonido del choque haría que los espíritus malignos se alejaran. Dicho esto los pobladores comenzaron los trabajos de confección que terminaron en cometas y finalmente pudieron alejar a los espíritus, llevando a las ánimas buenas, descanso y tranquilidad, haciéndoles saber que los sumpangueros siempre estarían dispuestos a alejar a sus agresores. La estructura de los barriletes, que también son conocidos como volantines, cometas, papagayos, etc. en diferentes países, está compuesta de varas de bambú cubiertas con papel de china y dibujos alegóricos, con un colorido sin igual. Los diseños comienzan en septiembre y los barriletes de exhibición pueden medir más de 15 metros de altura.
En los barriletes se puede ocupar unos 12 hombres para hacer que estos vuelen, y aunque algunos no logran elevarse mucho y caen al suelo destrozados por el peso de la armazón, la gente del lugar, turistas nacionales y extranjeros estallan en aplausos y gritería en recompensa al trabajo y creatividad de los lugareños que han logrado, aparte de alejar los malos espíritus, preservar una de las tradiciones más hermosas de Guatemala y gracias a ello el Ministerio de Cultura y Deportes, declaró en 1998, Patrimonio Cultural a la colorida y ya muy famoso Festival de Barriletes Gigantes de Sumpango, Sacatepéquez.
Como siempre lo he dicho, Guatemala es un país que a lo largo y ancho de su territorio exhibe una extraordinaria riqueza cultural. Ejemplos abundan y entre estos, merecido es citar el municipio de Sumpango Sacatepéquez que además de otras tradiciones, destaca cada uno de noviembre por sus famosos barriletes gigantes.
El escenario para la exposición y vuelo de estos cometas en cuya elaboración se ocupan hasta 35 personas que trabajan 6 horas diarias durante 45 días aproximadamente, es el campo de fútbol de la localidad, contiguo al cementerio.